miércoles, 10 de noviembre de 2010

Califica a tu delegación

Ciudadanos en Red ha hecho un recuento minucioso de las 16 delegaciones en el año que cumplen al frente los jefes delegacionales.

Al calce de cada balance hay un espacio para que opines sobre tu zona. Te invitamos a participar

Alvaro Obregón

Opina sobre el programa Cero-Cero, las obras de mitigación y los proyectos viales aquí

Cuajimalpa de Morelos

Opina sobre el novel manual administrativo, las clausuras a sitios ilegales y la remodelación de zonas deportivas, entre otras cosas, aquí

Miguel Hidalgo

Opina sobre las reuniones vecinales, programas de seguridad, alianzas con la IP y estructura de Polanco, aquí

martes, 9 de noviembre de 2010

Autopistas para Moverse en Automovil, ¿Un Privilegio?


Fragmento del ensayo “Filosofia Social del Automovil” de Andre Groz - 1973
La ideologia política del autor o sus fuentes no invalida la verdad de lo dicho

¿Pero qué es un privilegio si todo el mundo tiene acceso a él? Es una trampa para tontos. Peor aún: pone a todos contra todos. Es una parálisis general causada por una riña general. Pues, cuando todo el mundo pretende circular a la velocidad privilegiada de los burgueses, el resultado es que todo se detiene y la velocidad del tráfico en la ciudad cae, tanto en Boston como en París, en Roma como en Londres, por debajo de la velocidad de la carroza; y en horas pico la velocidad promedio en las carreteras está por debajo de la velocidad de un ciclista.

Nada sirve. Ya se ha intentado todo. Cualquier medida termina empeorando la situación. Tanto si se aumentan las vías rápidas como si se incrementan las vías circulares o transversales, el número de carriles y los peajes, el resultado es siempre el mismo: cuantas más vías se ponen en funcionamiento, más coches las obstruyen y más paralizante se vuelve la congestión de la circulación urbana. Mientras haya ciudades, el problema seguirá sin tener solución. Por más ancha y rápida que sea una carretera, la velocidad con que los vehículos deban dejarla atrás para entrar en la ciudad no podrá ser mayor que la velocidad promedio de las calles de la ciudad.

Puesto que en París esta velocidad es de diez a veinte kilómetros por hora según qué hora sea, no se podrá salir de las carreteras a más de diez o veinte kilómetros por hora.

Esto ocurre en todas las ciudades. Es imposible circular a más de un promedio de veinte kilómetros por hora en el entramado de calles, avenidas y bulevares entrecruzados que caracterizan a las ciudades tradicionales. La introducción de vehículos más rápidos irrumpe inevitablemente con el tráfico de una ciudad y causa embotellamientos y, finalmente, una parálisis absoluta.

Si el automóvil tiene que prevalecer, no queda más que una solución: suprimir las ciudades, es decir, expandirlas a lo largo de cientos de kilómetros, de vías monumentales, expandirlas a las afueras. Esto es lo que se ha hecho en Estados Unidos. Iván Illich resume el resultado en estas cifras estremecedoras (año 1973): “El estadounidense tipo dedica más de 1,500 horas por año (es decir, 30 horas por semana, o cuatro horas por día, domingo incluido) a su coche: esto comprende las horas que pasa frente al volante, en marcha o detenido, las horas necesarias de trabajo para pagarlo y para pagar la gasolina, los neumáticos, los peajes, el seguro, las infracciones y los impuestos [...] Este estadounidense necesita entonces 1,500 horas para recorrer (en un año) 10,000 kilómetros. Seis kilómetros le toman una hora.

En los países que no cuentan con una industria de transportes, las personas se desplazan exactamente a esa velocidad caminando, con la ventaja adicional de que pueden ir adonde sea y no sólo a lo largo de calles de asfalto.”

Es cierto, añade Illich, que en los países no industrializados los desplazamientos no absorben más que de dos a ocho por ciento del tiempo social (lo cual corresponde a entre dos y seis horas por semana). Conclusión: el hombre que se desplaza a pie cubre tantos kilómetros en una hora dedicada al transporte como el hombre motorizado, pero dedica de cinco a seis veces menos de tiempo que este último. Moraleja: cuanto más difunde una sociedad estos vehículos rápidos, más tiempo dedican y pierden las personas en desplazarse. Pura matemática.

Si alguien ha encontrado la justificación y beneficio social a largo plazo de las inversiones multimillonarias en vias rapidas que se planean hacer en esta ciudad, para los automóviles, por favor alce la voz y explíquenla con datos duros comprobables. Ya basta de trampas para tontos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Santa Fe: urbanismo chafa

Reproducimos la nota que Guillermo Osorno publicó en El Universal.

De ser una zona de minas de arena y un tiradero de basura, Santa Fe se convirtió en una ciudad corporativa, contenida en una gran urbe y bajo el control vecinal. Fue planeada para ser autosuficiente, cosmopolita, “exclusiva” y aglutinante del poder financiero, siguiendo algunos esquemas aplicados en Estados Unidos y ciudades europeas.

El acceso de entrada y salida de Santa Fe es uno de sus problemas crónicos pues no sólo representa tiempo y molestias para quienes van a trabajar o a estudiar sino también para los habitantes de la zona. Este problema se desborda a las colonias vecinas como Lomas de Chapultepec y sus principales vialidades, Reforma y Palmas, que se ven afectadas a las horas pico por el intenso tránsito vehicular.

Aunque su ubicación la sitúa en dos delegaciones - Álvaro Obregón y Cuajimalpa - Santa Fe no rinde cuentas a las demarcaciones, ni recibe dinero o servicios de ellas. La razón: no hay presupuesto.

Los problemas de esta zona son crecientes pero nadie parece ocuparse de ello, una y otra delegación se echan la bolita. Mientras tanto, los habitantes y quienes ahí trabajan padecen problemas como falta de agua y, sobre todo problemas viales continuos así como un pésimo servicio de transporte público.

Un día de trabajo en Santa Fe

A las dos y media de la tarde, el pabellón de comida del centro comercial Santa Fe es uno de los centros neurálgicos de la zona. Oficinistas que portan alrededor del cuello o la solapa la credencial de su empresa comen en medio de pantallas de plasma que anuncian autos; encima de mesas están impresos anuncios de teléfonos celulares. También se ven anuncios de Subway, Burger King, Henko Grill, China Town, y unas hamburguesas que se llaman Sixties. Hay una gran bola de helados Holanda “hechos con leche”. Por allí y por allá deambulan otros oficinistas que son un anuncio andante, por ejemplo: dos chicas llevan tatuada en la camisa rosa el logotipo de Hot Wheels y de la muñeca Barbie.

Bienvenidos a la zona más globalizada de la ciudad.

La actual Santa Fe debe su nombre al pueblo aledaño donde Vasco de Quiroga (ahora una avenida) catequizó indígenas. La zona fue, durante la colonia y aún en el México independiente, un lugar de pastoreo y de cierta actividad minera. A principios del siglo pasado se convirtió en una mina de arena para satisfacer las necesidades de la industria de la construcción. Los huecos en la tierra perturbaron para siempre el paisaje. En los años 60, debido al creciente costo de extracción de la arena, se optó por convertir la zona en un basurero. Pero en los años 90, en pleno optimismo salinista, se cumplió el proyecto de convertir aquellos basureros en una zona de primer mundo. Para adquirir las 946 hectáreas de este pedazo de ciudad, los políticos y desarrolladores presentaron una imagen desoladora de la zona, rodeada de montañas de basura, de donde emanaba un olor fétido. Pero a los posibles inversionistas en el futuro, la zona fue promovida como el nuevo polo moderno de la ciudad, rico y arquitectónicamente deseable. Hubo extraordinarios estímulos para que se instalaran allí universidades privadas, así como las oficinas centrales de grandes corporativos. En 1995 se abrió el centro comercial Santa Fe, entonces el más grande y lujoso centro comercial de América Latina, con 108 mil metros cuadrados, 300 tiendas y 14 salas de cine.

Con el paso del tiempo, Santa Fe se ha convertido en un ejemplo de urbanismo chafa, lo peor que nos ha dejado la globalización mal entendida, que hace la vida más o menos miserable a sus habitantes y visitantes. Uno de los dolores de cabeza de esta zona es la falta de espacios públicos, lo cual obliga a la gente a pasar todo el día encerrada en su edificio de apartamentos o en las oficinas, la mayoría de ellas dentro de grandes complejos con comedor incluido. Pero una verdadera migraña es el tráfico. Santa Fe está diseñada para los autos. Tiene una oferta limitada de transporte público y simplemente no tiene suficientes vías de acceso y salida. Son leyenda las estrategias de la gente para lidiar con el problema. Pero una de las más extrañas son los taxis de la muerte. Se trata de colectivos que salen del Metro Tacubaya. Juntan a tres o cuatro oficinistas que van más o menos al mismo lugar y prometen llevarlos en tiempo mínimo, tomando atajos inverosímiles o peligrosísimos como ir en sentido contrario por la avenida Constituyentes.

Otro rasgo deplorable de Santa Fe es su vocación de burbuja. Sus desarrollos inmobiliarios son vendidos como espacios autosuficientes. City Santa Fe es un ejemplo: se trata de un desarrollo de cuatro torres con gimnasio, spa, salón de usos múltiples, centro de negocios, guardería, alberca, pista de jogging y plazas con fuentes. Tendrá servicio de restaurantes, bares, cafés, tiendas de moda, librerías, florerías y galerías. La arquitecta Fernanda Canales escribió sobre el proyecto: “La arquitectura y la planeación están reproduciendo la segregación y la intolerancia. Una ciudad más segregada es propensa a promover conflictos más que prevenirlos, ya que el entorno urbano que genera es profundamente antidemocrático”.

De regreso, en el patio de comida, un trabajador terminó con su hamburguesa, sus papas y su refresco de dieta. Se sentía culpable por lo mal que había comido. Se fue al baño para quitarse la grasa de las manos, pero el grifo sensible al movimiento no sirvió por más que agitó las manos. “Santa Fe son malas noticias”, pensó.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Día 3: ¿y el diálogo?

Ya intervino la Comisión de Derechos Humanos del DF. Analiza emitir una recomendación por la construcción de la Supervía no, claro, sobre la obra vial pues no tiene ingerencia, sino para exigir apego a derecho.

Luis González Placencia, presidente del organismo, indicó: “Presumimos la violación a la seguridad jurídica, a las personas, al derecho a la información y también ambientales”, indicó.

La CDHDF ha sido intermediaria entre el gobierno del DF y los vecinos inconformes con la construcción de la Supervía que correrá de avenida de los Poetas a Luis Cabrera, a lo largo de 5.26 kilómetros, porque la historia tiene ya rato. Desde que se anunció el proyecto de supervía ha habido rechazo.

La falta de diálogo y respuestas claras por parte del GDF han llevado a los vecinos a organizarse, de ahí el surgimiento del Frente Amplio contra la Supervía Sur-Poniente. Ellos reiteraron su petición de diálogo con el gobierno capitalino, ahora, con la mediación de seis ciudadanos honorables de la sociedad para que la administración capitalina acepte el debate sobre la vialidad de cuota.

Entre ellos, están el periodista Miguel Ángel Granados Chapa; la catedrática de la UNAM, Marcela Lagarde; y el abogado Manuel Fuentes Muñiz.

Si quieres saber más del Frente Amplio, entra aquí.

El Frente organizó además un sondeo, tiene estudios de por qué es inviable la obra, pero más allá de quién tiene la razón, debe existir el DIÁLOGO.

Y la falta de diálogo se convierte ya en una constante. El fin de semana, Ciudadanos en Red daba cuenta de la poca atención del gobierno central al las delegaciones:

"La integración, el diálogo, la inclusión, no son prácticas que el gobierno central del DF lleve a cabo cotidianamente; mucho menos busca un cambio en la forma en que las delegaciones responden a las demandas de los ciudadanos, los cuales se pueden dar sin que primero se apruebe la reforma política del DF. Voluntad para ceder poder de decisión a las delegaciones es lo que necesita tener el GDF".

Lee el artículo completo aquí

A finales de octubre los mismos vecinos del Frente Amplio en contra de la Supervía repartieron al Gobierno del Distrito Federal y a las jefaturas delegacionales el "decálogo del buen funcionario público" en el que, entre otros puntos destacan el respeto a los derechos de los ciudadanos y a la naturaleza.

El diario Reforma daba cuenta del decálogo: el respeto irrestricto a los derechos de los gobernados, entre ellos el derecho a la vivienda y el no a las expropiaciones. El respeto a las especies animales y botánicas particularmente en áreas de valor ambiental y sin supervías, cumplir las promesas de campaña y no responder a intereses económicos, erradicar el mal uso de los programas sociales, no dejar basura política en las calles, respetar a los niños, hombres y mujeres, proteger y salvaguardar el agua, abstenerse de dividir a los vecinos y de amenazar a las comunidades que se organizan.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Diálogo?

Empieza noviembre y la fecha para iniciar las obras de la Supervía llega. Todos en "puente" y el Gobierno de la ciudad aprovecha.

Día 2, martes: el diario Reforma reporta que alrededor de 100 granaderos acordonaron un costado de la zona de predios expropiados cerca del parque público La Loma durante esta madrugada, relataron integrantes del Frente Amplio Contra la Supervía.

Los uniformados se ubicaron a unos metros del campamento que mantienen los opositores a la vialidad de cuota que conectará Santa Fe con Luis Cabrera, entre las 3:00 y 5:00 horas de este martes.

Francisco López, uno de los voceros de la agrupación vecinal, refirió que los hechos se dieron sin violencia y que el Frente aún no determina sus próximas acciones aunque, adelantó, ya se está definiendo una estrategia en conjunto con las asociaciones que apoyan al movimiento.

Los vecinos amenazaron con impedir el paso de maquinaria y trabajadores, por lo que las autoridades bloquearon los accesos y salidas del parque con mallas, a pesar de que es un espacio público y de esparcimiento utilizado por cientos de personas diariamente como recreación y para hacer ejercicio.

Día 3, miércoles:
Reporta el diario Milenio: ninguno de los seis accesos al área de 77.3 hectáreas está abierto. Los accesos y salidas que dan a las colonias Torres de Potrero, en Álvaro Obregón, y La Malinche, en Magdalena Contreras están sellados.

Leonel Luna, diputado local e integrante de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana de la ALDF, exhortó a la administración de Marcelo Ebrard a retirar a los granaderos y dialogar con los vecinos inconformes, porque cientos de personas están siendo afectadas con los cierres de vialidades y del parque.

El asambleísta declaró que el parque La Loma es un lugar público que no debe estar cercado, a pesar de que ahí se realicen obras.

“Estamos exhortando al gobierno a que libere el parque, que es un espacio público, además deberá explicar por qué empleó esta medida tan drástica, pues nada justifica que se use la fuerza”, indicó Luna.

La consejera jurídica y de servicios legales del GDF, Leticia Bonifaz, confirmó que no habrá más expropiaciones y que sólo se está utilizando el derecho de vía que se encuentra sobre el trazó de la Supervía, en el parque La Loma.

Héctor Hernández Llamas, subsecretario de Coordinación Metropolitana y Enlace Gubernamental declaró: “Los vecinos pueden inconformarse, pero no se va a desalojar a nadie, lo que se está haciendo es evitar que obstruyan una obra de interés público y mientras no se metan a lo que no es suyo, no hay problema”, indicó.

¿Qué dicen las partes?

GDF: se desvían los vecinos
José Ángel Ávila, secretario de Gobierno, acusó que los vecinos que se manifiestan en contra de la Supervía "ahora se están vinculando a otro tipo de temas" que ya no son exclusivos de esa obra, reportó El Universal.

Consideró que puede haber todavía cierta desinformación en algunas personas o grupos y que por eso se han dado las manifestaciones de inconformidad.

Negó que haya intervención de partidos políticos en el conflicto "no creo que sea así y esperemos que no sea así porque lo que está de por medio es una obra de infraestructura indispensable para la ciudad que de politizarse de esa manera se complicaría enormemente la convivencia en la ciudad".

Luego, reiteró la disposición del gobierno para resolver sus dudas.

Vecinos: nos agreden
El miércoles, un grupo de vecinos reiteró la acusación de agresiones del gobierno durante la manifestación que hicieron la semana pasada y que terminó en la intervención violenta de granderos.

Al respecto, Ávila Pérez negó que haya habido represión: "en el Gobierno de la Ciudad de México no tiene cabida la represión a ningún tipo de diferendo, a ningún tipo de expresión, ni manifestación, siempre hemos privilegiado el diálogo, la concertación, el dar información y ese ha sido también el caso de la Supervía".

Nos interesa su opinión